El estrés en los gatos

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El estrés en los gatos

   Noticia,Salud ,,,,,,   julio 15, 2016  Comentarios desactivados en El estrés en los gatos

El estrés en los gatos es la respuesta emocional a un estímulo negativo, que si no desaparece, puede llegar a afectar su salud. Veremos las principales causas, síntomas y consecuencias del estrés en los felinos domésticos, y finalmente cómo podemos contribuir a su prevención.

Estrés en los gatos

¿Por qué se estresan los gatos?

Cambiar a un gato de territorio es una de las experiencias que más puede asustarlo y que puede hacerlo sentir desorientado.

Situaciones más habituales que pueden resultarles difíciles:
Visita al veterinario.
Mudanzas.
Reformas. 

Las casas en las que vive más de un animal.
Estadías fuera de su casa.
La transportadora.

A los gatos les gusta poder controlar su entorno, por eso marcan cuidadosamente su casa usando las feromonas de su cara, así que si por ejemplo, cambiamos estas marcas al mover los muebles, al poner cosas nuevas, pintar, hacer una limpieza profunda, hacer reformas, cambiar la decoración, etc. podemos desorientarlos y en algunos casos producirles estrés.

Síntomas de estrés

Los gatos pertenecen a una especie a la que podemos calificar como “presa”, han desarrollado muchas estrategias para ocultar sus debilidades y aquí se incluyen los síntomas de estrés. Ellos demuestran de forma poco evidente que no están cómodos. Los síntomas son distintos de los que manifiestan otras especies más sociales como los perros o el ser humano. Muchas veces sus señales se malinterpretan pensando que el gato se está portando mal en lugar de ver en ellas un petición de ayuda.

Si hablamos de síntomas físicos, un gato estresado puede manifestar enfermedades como: Asma bronquial, cistitis, colitis, alopecia, hipersensibilidad, aumento de las infecciones y un agravamiento más que importante de las enfermedades virales y autoinmunes. En este caso siempre se requerirá de la intervención de un profesional veterinario que trate los problemas físicos paralelamente al trabajo emocional que los ha originado o agravado.

En cuanto a los síntomas conductuales, al igual que en los humanos, el estrés empeora el carácter de nuestro gato y lo convierte en un compañero reacio, con un drástico cambio en su comportamiento.

  • Entre los los cambios que podemos observar se encuentran:
  • Aumento de la agresividad
  • Ansiedad generalizada
  • Fobias y miedos
  • Esconderse o evitar el contacto
  • Manías obsesivas y comportamientos compulsivos (acicalado excesivo y autoagresión)
  • Ingesta inadecuada de objetos peligrosos, generalmente tela
  • Trastornos alimentarios (anorexia y bulimia)
  • Eliminación inadecuada, marcaje con materia fecal y/u orina
  • Marcaje vertical con las uñas
  • Hiperactividad
  • Vocalizaciones excesivas, maullidos
  • Tensión o conflicto entre los gatos que viven juntos

Las consecuencias del estrés felino
Los gatos pueden reaccionar frente al estrés de formas muy variadas y con distinta intensidad. Algunos, pueden transitar muy bien los hechos estresantes o los cambios en su entorno y sentirse incómodos unos días o incluso solo unas horas. En estos casos, el estrés puede no tener consecuencias serias.

Otros gatos pueden tener dificultades mayores en cuanto se produce un pequeño cambio en su entorno. Estos gatos son más sensibles a padecer un estrés agudo o crónico, con repercusión sobre su salud. El estrés puede exacerbar problemas como la cistitis, enfermedades dermatológicas, anorexia, obesidad, entre otras.


Prevención del estrés

Lo primero que debemos hacer es asegurarnos que los cambios que sufre nuestro gato no son debidos a problemas físicos, por lo que la visita a un veterinario para chequear su salud es siempre el primer paso a dar en el tratamiento del estrés. En caso de que el veterinario, no encuentre una causa física que lo explique, el dueño del felino estresado deberá solucionar el problema a través de un tratamiento emocional.

No siempre es fácil poder evitar estos trastornos al animal, así que lo mejor será ayudarlo  a superarlos de la manera más natural posible.

Ayuda a la adaptación al entorno

  • Cuando llevamos un gato a casa debemos permitirle establecer su territorio.
  • Proporcionarle lugares de descanso, alimentación, juego y evacuación adecuados.
  • Prestar atención a sus necesidades emocionales. Proporcionarle juegos que activen su curiosidad y le mantengan activo y en forma.
    Considerar su edad y carácter a la hora de introducir otros animales en casa y realizar las presentaciones de forma oportuna.

    En definitiva. Ofrecer un entorno en el que se sienta seguro, confortable y en el que pueda controlar todas las variantes que se le presenten de forma sana y natural.

Estudia a los animales que conviven con el gato

Observa si su comportamiento con él es el más adecuado. Separa, al menos temporalmente, a los animales, ya tendrás tiempo de disfrutar de ellos juntos cuando todo esté superado. Comprueba si debes trabajar también con el comportamiento del animal causante del estrés del gato.


Relajación

Los momentos de relax son imprescindibles para superar la ansiedad. Busca un lugar tranquilo en la casa y dedicarle un tiempo exclusivo para él acariciarlo, en definitiva demostrándole tu cariño.

Ejercicio y juegos

Que activen a tu gato y le ayuden a eliminar toda esa energía acumulada. Busca la hora en que se le note con más estrés. Cambia de juguetes para que no se aburra y crea una rutina diaria de diversión.


Proporcionar al gato una alimentación adecuada

En el mercado existen preparados  específicos que ayudan a los gatos a superar situaciones de estrés y contribuyen a combatir los trastornos digestivos, cutáneos y urinarios relacionados con él.

IMPORTANTE

UN GATO ESTRESADO ES UN GATO CON UN PROBLEMA, NUNCA UN ANIMAL PROBLEMÁTICO.

Nuestro gato nunca se comporta de manera inconveniente para fastidiarnos, sino que lo hace como forma de llamar nuestra atención y decirnos que no se encuentra bien. Nos está pidiendo ayuda.

Si te preocupan los niveles de estrés de tu gato o si crees que tu gato padece alguna de las alteraciones que hemos dicho, consulta a su veterinario. Su veterinario te recomendará la estrategia apropiada en su caso, que puede incluir feromonas, terapia de modificación de conducta, enriquecimiento ambiental, etc.

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